lunes, 1 de abril de 2013

La conspiración


La gacetilla de Prensa Municipal fue escueta, mesurada, casi insulsa. El anuncio era que el Intendente municipal viajaba a firmar con la Presidenta de la Nación importantes anuncios sobre viviendas para la localidad. Según rezaba el comunicado el hecho era resultado de un trabajo de tiempo que se adjudicaba el mismo gobierno municipal.

Pro.Cre.Ar. y Abortar como dos concepciones de la política

El jueves 21 de este mes, el Intendente asistió al acto en el Salón de las Mujeres del Bicentenario en Casa Rosada. Allí se anunció que como parte del Programa Crédito Argentino del Bicentenario, en su modalidad “sin terreno”, San Martín de los Andes contaría con un proyecto de viviendas bajo operatoria del Banco Hipotecario que implicaría la construcción de 257 casas para familias de sectores medios asalariados de la localidad.

Como pocas veces ocurre, la decisión y el anuncio mismo escaparon al conocimiento del pleno del arco político local. Hasta funcionarios del propio gabinete reconocen que desconocían la operatoria que se preparaba. Las hipótesis plantean que el objetivo era que no se revelara un proyecto que podría no concretarse, ya que eso es entendido como una actitud demagógica, que dicen, no comparte el Intendente Fernández. Pero a la luz de los hechos acontecidos apenas 12 horas después del anuncio, puede ser que la reserva obedeciera a los temores de que los logros para 257 familias se conviertan en un festival de toma de tierras en propiedades del Ejercito Argentino.

A las 7 de la mañana del día siguiente a los anuncios, tierras del Ejército cerca de la unión de la Ruta Alternativa Norte con la Ruta Provincial 48 fue ocupada por un pequeño grupo de vecinos.

Pasaron los días y el gobierno fue del estupor de la primera hora a la confirmación en boca del mismo jefe comunal de que detrás del movimiento de ocupación fugaz de las tierras del Ejercito hubo más de una mano que buscaría abortar la política de vivienda que se está dando la localidad a partir de la creación del Instituto de Vivienda y el vínculo que ostenta el actual gobierno con la organización social que se ha apropiado para sí la representación de que el acceso a la tierra urbanizable es mucho más que un “don” político partidario que históricamente mezclo listados, favores y hasta tomas entreveradas con grandes negociados de tierra, tal como denunciáramos desde esta página en la columna anterior Política, negocios… ¿y corrupción?”.

La historia de Pro.Cre.Ar y el Caballero de la Espada

Según rezan en palacio, la historia de lo que derivó en viviendas del Pro.Cre.Ar. es un viejo proyecto que trae entre manos la actual conducción política del Estado municipal, aún desde tiempos de su anterior experiencia. De más está decir que un Regimiento de Caballería es una rémora que no sólo puede, románticamente para algunos, recordar a los tiempos Napoleónicos del Galo de Lavalle, sino que también, dramáticamente para otros, nos puede retrotraer al Remington y la “chusma”, la civilización y la barbarie en un espejo irresoluto, aunque las letras de molde se engalanen de presuntuosa interculturalidad. Es por ello que sirva o no este intento de fecundar otros destinos sobre el mangrullo del 4 de Caballería, la localidad deberá darse debate con Nación acerca de la función de tal contradicción en el corazón mismo del ejido municipal.

Comentan cerca del Intendente que fue el gobierno local quien puso en la mira de Nación el destino de estas tierras en las coordenadas del programa de viviendas a través de cédulas hipotecarias más ambicioso que conoce nuestro país desde el primer peronismo. Pero también que el proyecto obedecía a una proyección de la expansión urbanizable autónoma e independiente de la mano del naciente Instituto de Vivienda que propone la densificación por sobre la extensión y la interrelación de sectores sociales por sobre la consolidación de guetos o la zonificación según estratos sociales diferenciales.

Fruto de un acuerdo entre Fernández y el Secretario de Presidencia Oscar Parrilli, hace dos meses habrían recibido la visita de los funcionarios nacionales encargados de abordar la desafectación de la tierra en beneficio del proyecto de viviendas. Miembros del Ejecutivo habrían consignado que el área acordada con el Secretario Parrilli eran tierras contiguas a la urbanización exclusiva “Vega Chica” lindera al coqueto barrio Alihuen Bajo. El mandato habría continuado hasta consumarse en proyecto pero a poco de andar habrían surgido, siempre según fuentes del Ejecutivo, oposiciones desde dentro mismo del Edificio Libertador, quienes aseguraban que la planificación de la defensa mandaba resguardar dichas propiedades a cambio de ceder sin inconvenientes otras tierras sobre la Ruta 48.

El tiempo apremiaba puesto que el proyecto debía quedar cerrado para que fuera lanzado a licitación pública en el acto presidencial al que asistiera luego el Intendente, pero Fernández entendía que acceder a las exigencias del Regimiento equivalía a destinar como tierras para viviendas aquellas porciones propiedad del Ejército que de hecho ya habían sido socializadas por la gran pasión argentina. Las dos canchas de fútbol hoy tomadas son propiedad que el Ejercito había resignado en manos del pueblo. La paradoja indica que habría sido un funcionario de Defensa de apellido Dorrego quien habría vengado Navarro y propuesto la entrega de parte del Regimiento que lleva el nombre del victimario del primer gobernador federal de la Provincia de Buenos Aires allá por 1829. Pero no.

Fernández no aceptó y terció en el tironeo la decisión presidencial. San Martín de los Andes contaría con 257 viviendas a expensas de la voluntad inexplicable del Regimiento 4 de Caballería de Montaña.

La Espada de un Caballero que vengó la derrota de su amigo

El Teniente Coronel Rodríguez Espada vuelve a conducir los destinos del 4 de Caballería. Decimos vuelve puesto que regenteó sus cuarteles antes de la llegada del cortes y correcto Héctor Perrotta. Decimos regenteó puesto que su pasado en la unidad no sólo esta marcado por el acero de las amistades de un camarada de armas muy especial sino que también por una conducción de los bienes públicos del Regimiento que se confundían muchas veces con el usufructo y hasta la malversación de los mismos. Sobre el actual Jefe de la unidad pesan un sinnúmero de denuncias de pasillo, que comparten sus adversarios de hoy y sus amigos de ayer. Alquiler de instalaciones del Ejército para empresarios locales, alquiler de viviendas en el Barrio de Oficiales, confiscación de sueldos a los soldados voluntarios, venta del combustible de los vehículos de la Fuerza y hasta la desaparición de los fardos de pasto destinados al Comité Lacar de Emergencia Rural en tiempos de erupción del Volcán Puyehue Cordón Caulle.

El Teniente de apellido compuesto y estirpe de caballero medieval que respira alcurnia herida, supo granjearse la amistad de un camarada y político local que a raíz de los hechos que nos ocupan está en boca de todos, en el teléfono de algunos y en las venas del Intendente. Alberto Bruno es sindicado, por quienes compartieron cuartel con el fallido Teniente, como su gran amigo en la localidad, contertulio en la jarana pueblerina, socio en emprendimientos menores al margen del brazo sofisticado de la AFIP y reciente estratega de una mesa de arena que días después del 24 de marzo incluía las posiciones territoriales de la discordia y la Torre del Reloj, cede del poder político local.

El sucesor de Perrota al frente del 4 de Montaña será recordado por sus pares, cuando se preste a un retiro mullido y acicalado en el cortesano Edificio Libertador, como aquel que perdió tierras emblemáticas de su Regimiento sin urdir una venganza. O no.

La información, la Vendetta y la huida

Como dijéramos, la Fuerza estaba dispuesta a entregar las tierras ocupadas deportivamente y que hoy yacen bajo el justo deseo de suelo de cientos de familias sanmartinenses. La información con que contaba el Teniente Coronel Rodríguez Espada no era desgarradora pero le hería su orgullo de noble caballero. Compartió con su amigo Alberto Bruno la inminente decisión presidencial de que tierras del Ejército pasarían a ser ocupadas por vecinos necesitados de suelo donde vivir. Pero no sólo eso. El avance del gobierno local llegaba hasta las puertas mismas de los símbolos de la argentina decimonónica que se resiste como neneo ante los nuevos aires patagónicos. Además de 30 hectáreas para viviendas, el gobierno kirchnerista podría avanzar sobre la mítica cancha de polo.

Esta revelación irritó al concejal que además de opositor es un cruzado contra el izquierdismo kirchnerista. Así fue que Bruno, quien en el año 2010, al día siguiente de la derrota del hoy Secretario Carnaghi por la Intendencia frente a la interina Frugoni, saliera con pasacalles a pedir su renuncia al Partido Justicialista, se prestó a urdir la jugada del día siguiente. Ambos, mecánico y caballero, tenían mala información. Durante casi diez días planificaron con la logística de dos punteras mujeres de chacra 4 y la islita de apellido Bustos el desembarco post anuncio presidencial. El objetivo era contundente, implacable, lapidario, el resultado del arduo trabajo de gestión en política habitacional llevaría al Intendente a un conflicto con el Regimiento, con los vecinos que exigirían para ellos la tierra tomada, con los anotados al programa nacional y con el mismo Gobierno nacional que podría ver en la movida una mano de sectores del mismo ejecutivo municipal con el fin de entregar las tierras fuera de Pro.Cre.Ar., como era el objetivo originario. Es decir, un fracaso del que sería imposible salvarse para el actual gobierno.

La jugada contó con el apoyo del Regimiento que llegó tarde al aviso, no denunció al fuero Federal, no dispuso el cuidado de la tierra y sólo se limitó a reubicar la toma al otro lado de la ruta, visitándola seguido con el fin de llevar tranquilidad a los vecinos tomadores de que no serían corridos por el Ejército, quien “los apoyaría” en la medida. Insólito. En todo momento Rodríguez Espada y el concejal Bruno creyeron haber asestado un insuperable golpe al gobierno acuerdista. Como se dijo, la información era errónea, las tierras tomadas no eran las destinadas a Pro.Cre.Ar. No obstante el éxito del fracaso, el concejal no se quedó cerca del nacimiento de su criatura, no podía darse que los unos y los otros desearan visitar su morada en procura de las respuestas del caso, y huyó.

El proceso de acumulación originario

No es teoría marxista pero de un principio básico del capitalismo vernáculo trata este pasaje. Los orígenes del capitalismo mercantilista están asociados al vínculo preferencial entre el poder político y el comercial para que cada quien concretara sus objetivos. Ese reaseguro de inversión recíproco caracteriza malamente al capitalismo del subdesarrollo, que adversa el riesgo y busca que sea el Estado quien garantice su abultada tasa de ganancia.

Como se expusiera en la columna anterior Política, negocios… ¿y corrupción?”, el origen del conflicto con la oposición política y el enfrentamiento consecuente que derivó en el voto presidencial para el concejal Obeid, se remonta a la negativa del gobierno local a entregarle al desarrollador inmobiliario y financista político del MPN local, Daniel Vita, un crédito fiscal por $1.750.000. La suma de negativas a las ambiciones desmedidas del tándem Vita-Viena hizo montar en cólera al propio Fernando Viena quien recriminó en público la incapacidad del concejal Saloniti para responder por los intereses del grupo que financió la campaña que lo tiene al frente del MPN local.

De allí, de ese encono mutuo, surgieron los cónclaves que delinearon la estrategia de desgaste hacia el gobierno local que requería el posicionamiento del concejal Obeid como Presidente del Deliberante y sucesor natural de un “renunciado o enjuiciado” Juan Carlos Fernández. Por las tardes en distintos bares de la avenida y por las noches en distintas casas, pero las reuniones son recurrentes. El objetivo, que se venteó inconvenientemente en reuniones de la seccional Lacar del MPN, es hostigar sin tregua al gobierno municipal buscando su error o provocándolo de modo de justificar un avance institucional para el que tienen amplios números.

Como parte de esa avanzada se vio estos días la exhibición de unas fotos sobre una camioneta municipal que habría transportado los televisores LCD que extrañamente faltaran de un depósito del Ejército, para más. Llamativamente, el único medio que dispuso de dichas imágenes pertenece a la ex titular de prensa del anterior gobierno municipal. La reconocida periodista local Vázquez Moure pareció caer presa del armado de una pequeña campaña mediática. Dispuso de un juego de imágenes únicas y de un relato que no replicó ningún otro medio, acerca de que la finalidad de lo robado era la campaña electoral del kirchnerismo. Prensa municipal, con los reflejos rápidos que nunca había exhibido, entregó a los medios locales la documentación que aclara el hecho, pero no fueron corregidos los párrafos en la nota del portal noticioso. En torno al ejecutivo sostienen que el robo, las fotos y la toma tienen todas las mismas facturas.

Un conspirado se desbocó y  galopa al precipicio

El gobierno municipal salió rápido a sentar postura sobre la relación toma-derecho al suelo y la vivienda. Fue claro y contundente “con las tomas no se negocia, quien toma pierde su posibilidad de acceder al suelo y a la vivienda”. Su discurso fue bien recibido puertas afuera del mundo político en los sectores medios y en aquellos que no cejan en el camino institucional de acceso a la vivienda, pero mal recibido puertas adentro de la toma. Esto tiene su costo para el gobierno, la toma se parece a un barrio y a diez días de su inauguración no cuenta con ninguna visita del Estado.

Como complemento a esto, los concejales del Acuerdo impulsaron en el Concejo una declaración en la línea del gobierno pero no encontraron respaldo ni al menos eco en los concejales opositores que se llamaron mayoritariamente a silencio. La nota la dio el concejal Saloniti. El notero, de radio FM “fun”. Allí el edil piso el palito y se mostró desbocado. Sugirió, contra todo pronóstico, razonamiento sensato, Ordenanza municipal y Ley nacional, que los vecinos que estaban tomando podrían ser reubicados en tierras del Lote 27 que albergará algún día al Barrio Intercultural. La sugerencia no es inocente, aunque podrá aducir que responde a la línea partidaria que inauguraran en tiempo de la fallecida Luz Sapag, cuando a la toma de Chacra 4 respondieron con la compra de Chacra 28. La diferencia es más que sutil, en la anterior jugada cerraban un cuantioso negocio con Daniel Vita, hoy darían por tierra con un ambicioso proyecto de la Asociación Vecinos Sin Techo, que pergeño la idea y consumó su destino. El paso en falso parece más a un paso adelante. En la organización social en cuestión sostienen que es ese un acto de profunda irresponsabilidad política y hasta una falta de dimensiones legales y que forma parte de un entramado destituyente que se llevaría puesto al gobierno en caso de que la actual posición de la toma avance en dirección al Lote 27, violando su Ley constitutiva.

Un saldo

El escenario parece detenido a la espera del fin de la extensa Semana Santa. Los actores están alerta. El Gobierno espera. Los conspirados jugaron con las necesidades de muchos vecinos una carta política fuerte y riesgosa. Sobre el final algunas preguntas. ¿Qué destino tiene el Regimiento de San Martín? ¿Cuál es el precio de la democracia para los sectores que no toleran límites a sus ambiciones? ¿Para dónde saldrá el gobierno luego de semejante crisis política?

Emilio R. 

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