martes, 30 de julio de 2013

De apuestas, fichas y apostadores



Hagan sus apuestas

Se acerca el cierre de esta primera etapa de la campaña legislativa y al calor de la vehemencia, las descalificaciones, impugnaciones y escraches se nos presenta la necesidad de trazar una primera lectura sobre las puestas que se realizan, las fichas en juego y los apostadores que otean la baraja, con el rabillo del ojo escrutan a sus adversarios y con medias sonrisas buscan seducir al crupier. Quizás como nunca, desde las interpretaciones sobre el kirchnerismo como proceso cultural estructural, el abordaje tiene una necesaria mirada que corta verticalmente los escenarios políticos en los distintos planos territoriales.

Como es la lógica política que ordena las candidaturas en las elecciones de medio término, son los ejecutivos en sus primeras etapas quienes son capaces de definir con verticalidad instrumental la integridad de sus componentes. Si aún se encuentran armando los bloques de poder que sostienen y se sostienen desde sus armados políticos, son capaces de incorporar nuevos actores en esas definiciones. La medida en que se manifiesta la potencia definitoria de los ejecutivos o la apertura que muestran en el afán de cerrar listas que contengan sectores diversos es muestra de la fortaleza o debilidad de los procesos políticos encarnados y conducidos por los respectivos ejecutivos. La lógica indica que en etapas de crecimiento económico, los procesos tienden a la relativa paz social, al equilibrio político, por lo que los ejecutivos tienen mayores chances de imponer sus voluntades en los armados de listas electorales y que si se dan los casos de incorporaciones de actores políticos por fuera de los bloques que lo llevaron al poder esto se da por la expansión de sus bases de sustentación y no porque se encuentren obligados a negociar espacios ante futuros contendientes en el seno de los armados propios. Pero suelen darse, también, dinámicas de apertura hacia otros sectores que no expresan al riñón de la conducción cuando los ejecutivos atraviesan escenarios adversos o se encuentran promediando mandato sin chances de renovar, en lo que vulgarmente se conoce, y reconoce su origen en la política norteamericana, como el “pato rengo”.

Es sabido, entonces, que en los procesos de bonanza los ejecutivos tienden a renovar sus votos de confianza en los electorados, pero no es común que se dé ello cuando los mismos carecen de posibilidad de reelegir. Este límite natural de los procesos desata, como se sabe, las centrífugas fuerzas que pulsan por dirimir las internas de sucesión. Lo cierto es que el escenario actual da cuenta de excepciones que hacen a la regla y contextualiza la potencia de las experiencias de la última década y la productividad política del peronismo kirchnerista. Pero de esto hablaremos más adelante.

En cualquier caso, ante cada escenario electoral podemos observar apuestas, apostadores y simples fichas que colorean el tablero sobre el que otros depositan sus expectativas y, estos, su pellejo. Veamos

De fichas y apostadores

Las hegemonías consolidadas al interior de los distintos armados generan la particularidad de que

domingo, 7 de julio de 2013

La Familia

He aquí la genealogía del poder detrás de ciertas formas parainstitucionales de hacer política en San  Martín de los Andes. Actores noveles que empequeñecen a la antigua y bonachona aristocracia del barrio. Cuáles son sus instituciones, sus operadores, sus integrantes, sus cónclaves, sus objetivos, sus silenciados placeres ideológicos.
El Establishment vernáculo
Hace varias semanas ya, en la columna titulada La co-operación, se puso de manifiesto desde estás páginas que en San Martín de los Andes, como en cada parte de la provincia, las provincias en general y el país, se han consolidado en el tiempo, desde la denominada “patria contratista” para acá, entramados de relaciones sociales, políticas, económicas, sindicales y judiciales que constituyen respectivos bloques sociales de intereses que han sido las cadenas de transmisión operativa de lo que es el neoliberalismo como ejercicio cotidiano de entender la mecánica política y los repartos del poder, sus equilibrios, sus reaseguros, sus pactos tácticos.
Allí se dijo que había en nuestra localidad un subsistema que se percibía atacado por recientes decisiones del actual gobierno municipal, reconfirmadas en aportes del provincial, y que se enmarcaban epocalmente en un contexto histórico nacional que parece hacer eje, cuando no yerra en los recovecos poco claros de la gestión empresarial del rol del Estado, en el aporte a la autogestión social del mejoramiento de la calidad de la infraestructura pública y el financiamiento a emprendimientos productivos de carácter social o asociativo cooperativo, marcando una línea de complemento productivo y de generación de mano de obra paralelo al mercado, aunque sea éste, aún, quien hegemonice la asignación y ejecución del mayor caudal de bienes, sean públicos o privados.
En ese marco se mencionó el hecho de una reunión reservada entre un reducido pero consolidado grupo de actores interesados en torcer el rumbo actual. En aquel entonces estaba en juego el nombramiento del nuevo Contralor municipal y, como se planteara en la columna, el mencionado subsistema ya había definido su candidato: Jorge Fernández, abogado del bloque vecinalista y del empresario Raúl Copetti, este último conocido recaudador de campaña y hoy filántropo del emprendimiento político del concejal Alberto Bruno. En aquella reunión, que este escriba había confirmado a través de tres fuentes (un funcionario judicial de carrera en el Juzgado de Junín de los Andes, un asesor político en el Concejo Deliberante local y un trabajador del gremio de la UOCRA), habían sido de la partida el mencionado Jorge Fernández, el Fiscal de Cámara Fernando Rubio, el Juez de Instrucción penal acusado de violaciones a los Derechos Humanos Jorge Criado, el titular del sindicato local de la UOCRA Guillermo Olarán y un misterioso empresario inmobiliario al que ninguna de las fuentes mencionaba por su nombre. En aquella reunión se habrían acordado los pasos a seguir a fin de dar origen a la denuncia mediática, que tomaría luego su cauce judicial, sobre los contratos y ejecución de obras de remodelación del ex Hotel Sol de los Andes a cargo de la Cooperativa Sarmiento. Según conoce este escriba, el armado de documentación y comunicación habría estado a cargo del titular de UOCRA Guillermo Olarán, quien le habría entregado la “primicia” al periodista José Mozoni, que luego se transformaría en ladero del mismo Olarán en un programa televisivo y del locutor Daniel Belloli, junto a quien tomarían la conducción central de la mañana de FM de La Montaña, de la que oportunamente se había ido el conocido conductor radial Flavio Horacio Correa.
El avance de la agenda de los contertulios fue lento pero tuvo el mencionado golpe inicial que llenó de júbilo sus ambiciosas esperanzas. Luego, como se sabe, tuvo un contundente revés en la intervención provincial para bochar la designación de Jorge Fernández al frente de la Contraloría, quien como se revelara también en la columna La Agenda había sobrevendido su triunfo alardeando ante la misma triunfadora de la compulsa, la actual Contralora municipal Carolina Torres. No viene a cuento mencionar las recriminaciones en sordina que se propinan los integrantes del MPN-MID por aquella decisión, pues bien se dice que no se llora sobre la leche derramada, pero que las hay, las hay, más aún luego del apalenque del “rocinante” Pereyra en el corazón de la seccional Lacar. Al margen de estas digresiones, los cónclaves de la mesa chica continuaron y se develó por fin quién era el desarrollador inmobiliario involucrado y quién el poderoso anfitrión detrás del sostenimiento de ese “armado”. Los nombres no son poca cosa y vienen a dar aire a la hipótesis de máxima detrás del armado de la lista B para las PASO dentro del Movimiento Popular Neuquino. Además, habría sido producto de la alerta encendida por este nuevo establishment de arribistas en la ciudad, que el mismo Gobernador en persona diera la indicación al ex Intendente Sergio Schoro de bajar al territorio y ordenar al, por entonces, bloque propio de concejales, que le bajaran el dedo al abogado de tándem Copetti-Bruno, Jorge Fernández.

La blindada residencia de Copetti en Potrero Alto
En la columna anterior llamada Salpicón se expusieron una serie de hipótesis que pretendían brindar explicaciones acerca de la decisión de la seccional local del MPN de integrar el armado del “rocinante” Pereyra. La más arriesgada de ellas mencionaba una idea que se vincula con los trasfondos de estas reuniones tal como fueran expuestos en la columna La co-operación. Cuando correspondió el análisis del cierre de listas en el MPN, se sostuvo que en la apuesta a todo o nada de Pereyra-Crexel-Saloniti, se escondía la sorda intención del Intendente Quiroga de fracturar el MPN de cara a las elecciones de 2015 para poder organizar su gira al interior con una flota de ambulancias políticas. Cabe aclarar aquí que el concejal Saloniti expresó en privado ante este escriba, oportuno es decir que con