Un balance sobre las actividades del
aniversario. La fortaleza de los que gobiernan y el penar de los que esperan
Los festejos del 3 y 4 de febrero, vigilia y aniversario de nuestra ciudad dejaron muchas líneas sueltas que deben atarse a algunas impresiones.
San
Martín de los Andes fue sede de un evento único en su historia, un megarecital
con dos grupos de primer nivel y una serie de jóvenes locales haciendo las
veces de grupo soporte de los principales. Presencias de renombre nacional como
el Ministro Carlos Tomada, el Secretario de Cultura Jorge Coscia, la Abuela de la Plaza de Mayo Estela de
Carlotto y la Senadora Nanci
Parrilli, quien siempre se destaca por su visibilidad en el territorio.
Logística, diseño y organización prolija y cuidada mostraron la simbiosis entre
el gobierno local y la
Presidencia de la
Nación que a través de la Unidad Bicentenario
(aquella que organizara los festejos del Bicentenario y todas las fiestas con
que el kirchnerismo vincula a su gestión la simbología nacionalista de festejos
patrios) trajo a la localidad el evento.
La
imponencia y la convocatoria (estimada en veinte a veinticinco mil personas)
obligaron la asistencia del Gobernador Sapag y su señora esposa más alguno de
sus Ministros. Baile, fiesta, caras políticas, mucha gente y fuegos
artificiales. Una noche perfecta para el kirchnerismo anfitrión que retomó para
la localidad un camino que había dejado marcado quien fuera secretario de
cultura durante la gestión de Jorge Carro, el Ingeniero Flavio Caldas, una
fuerte presencia pública en las calles y plazas, aspecto distintivo de la
gestión que hace a cualquier municipio turístico.
La plaza y el
palco
La
noche del 3 fue pura cosecha del kirchnerismo. El Gobernador, que no lo es de
casualidad, no iba a venir a la localidad de la que es oriundo y en la que
perdió la última elección contra Farizano a aplaudir la capacidad del
kirchnerismo para montar un escenario de visibilización con notorias presencias
políticas. Le copo la plaza a Fernández, cruzó cuatro camionetas sobre sus
baldosas y anunció casas y subsidios a los cuatro puntos cardinales. Así, se
montó él sobre el armado local para presentarse como un Gobernador activo en la
localidad que le fuera esquiva hace un año y medio atrás.
Está
claro que Sapag ha decidido jugar más fuerte en el interior que le fuera
chúcaro. Se lo ve en reiteradas ocasiones por la localidad, ocupando lugares en
actos de otros, lo que habla de audacia, inteligencia y decisión. Debe
recuperar el peso perdido y sabe que es la única carta de su partido para el
2015. No de casualidad en declaraciones a la prensa minutos antes de iniciarse
el acto en la Plaza
dijo que no descartaba una postulación testimonial a las senadurías de este
año.
El MPN,
reinante hace más de cincuenta años ininterrumpidos en la Provincia , no goza de
buena salud. No es casual que no gobierne ninguna de las ciudades más
importantes de la provincia (Neuquén, San Martín, Plottier, Cutral Co, Zapala,
Centenario, Junín). También es notorio que la lógica regionalista que el
partido provincial imprimió desde siempre a la cultura provincial, es el mismo
obstáculo que tienen sus adversarios. Ningún gobierno opositor es representante
de un partido nacional por sí mismo. Los hay localistas, escisiones
territoriales de pretenciosos armados provinciales e híbridos multipartidarios
como el Acuerdo Político.
Pero
esa dificultad es también un potencial. Las declaraciones del máximo
representante de UNE y concejal por Neuquén Mariano Mansilla acerca de la
figura de Fernández como potencial candidato a Gobernador, no son un exabrupto
en todo sentido. Hay en la frase intención de alagar al anfitrión de la fiesta,
voluntad de reafirmar con fuerza la presencia de UNE en el armado del Acuerdo
Político ante el quiebre interno con el surgimiento de la UP a nivel provincial y local
y, aunque pudiera traerle dolores de cabeza a Fernández con la Senadora Parrilli ,
hay también una lectura correcta en cuanto a los escenarios político
electorales. Como sostuviera en la columna “Las herramientas y la hegemonía”,
el espectro se debe partir en dos conglomerados de centroizquierda a
centroderecha y los representantes de las pequeñas quintas partidarias, si
quisieran el poder, deberían confluir en armados similares al Acuerdo Político.
Claro está que esto ya se intentó y fracasó rotundamente. Uno lo experimentó
este mismo PJ local durante el gobierno de Carro, y el otro el mismo Mansilla
junto a Farizano en Neuquén. Ambos armados terminaron en la rejilla con
resultados electorales similares. No obstante, el dirigente provincial de UNE
marcó el camino y sentenció la interna propia indicando de qué lado y por dónde
se hace la construcción provincial de cara a 2015, y en eso no hay duda de que
el mejor emergente y más sólido es el armado local del Acuerdo Político, toda
vez que sobrevivió fortalecido a un año extremadamente complicado (ya se
analizó en la columna “Al año”).
El palco, la calle y los
heridos
Lo
antedicho es introducción a lo observado en el palco y la calle. Sapag, que al
igual que Cristina Fernández, no lo dice pero lo promueve, va por la
re-reelección. Al igual que le había hecho en el último aniversario de Neuquén
al Intendente Quiroga, el Gobernador le trajo a Fernández algunos micros con
militantes de la agrupación del Diputado Domínguez denominada “Más Por Neuquén”.
Coparon la bocacalle frente al palco y mantuvieron una más que civilizada
disputa del espacio físico y simbólico con las agrupaciones afines al gobierno
local.
La
escenificación dejó varias cuestiones claras para las miradas externas, para
las lecturas internas de cada estructura y algunos heridos visibles.
Sapag,
que no lo necesita ni lo explicita a diferencia del Intendente Fernández, es el
único e indiscutido dueño del MPN. Ya no le nacen ni se le plantan los Sobisch
ni los Tobares por derecha e izquierda, él reina y gobierna, es el MPN. Pero
toda su potencia provincial dejó en evidencia una enorme carencia territorial
en su pago chico, que muestra su debilidad y la orfandad del titular del
partido a nivel local, el concejal y ex Secretario de Gobierno de Luz Sapag
Carlos Saloniti. El Gobernador debió traerse a San Martín varios colectivos de
distintas ciudades de la provincia ante la carencia de movilización local que
muestra el presidente del bloque legislativo local. Eso que es potencia y
decisión en Sapag es, aún, debilidad local y déficit manifiesto para el
concejal emepenista, que si bien intenta cumplir en todo lo posible con el jefe
máximo del partido no logra concitar la benevolencia de éste, que llega hasta
el destrato.
Carlos
Saloniti se alojó en la cuarta fila del palco al lado de la concejal Vita y muy
lejos del conjunto de funcionarios que trajo el Gobernador a mostrarse en el
sur provincial. Jorge Sapag bajó a todos los funcionarios de segundo y tercer
nivel oriundos de la región con el firme mandato de mostrarse en el territorio,
ser la cara visible de la demostración de presencia que quiere el mandatario y
dar la señal que no puede el partido a nivel local, un MPN unido que muestra
presencia asociada a la gestión de Estado. El operativo había comenzado hace
dos semanas atrás durante una breve visita del mandatario que convocó
militantes de todas las corrientes internas a la seccional partidaria. El
mensaje fue claro, unidad. Pero las heridas son profundas. Como dijera en la
primer columna de este Blog, titulada “Al año”, el concejal Saloniti no deja de
ser un extraño al que los locales le niegan patria, la que tampoco le reconocen
los provinciales.
El joven
concejal, que fue el gran herido de las jornadas, pareció desentonar con sus
críticas al gobierno local a la luz de los gestos de Sapag hacia Fernández,
aunque es claro que la estatura y poder del Gobernador le permitirían no
abundar en gestualidades hacia ningún mandatario local. Lo cierto es que
Saloniti no participó de las diversas actividades y reuniones que incluyeron la
agenda gubernamental, que si fueron ampulosamente seguidas por los funcionarios
locales que responderían a una eventual construcción futura ante las
debilidades locales, llámense el segundo del IPVU Marcelo Sampablo, el
responsable de recupero financiero del mismo Instituto Juan Martín Insúa o
Jorge “Cuco” Cuevas, referente local del Ministerio de Desarrollo Social. Lo
cierto es que todos ellos tienen la debilidad local de la escasa referencia o
la demasiada edad y la poca ambición, como el caso de Cuevas.
En
definitiva, Sapag es demasiado en San Martín y hasta en la Provincia y el límite
excluyente de la
Constitución es la máxima debilidad del jefe partidario que
no tiene recambio y que además, de ser gran elector, no pareciera hacer correr
con suerte al caballo ya cansado de un partido con demasiados flancos y poco
territorio. Para los referentes locales es un desconcierto que no hace mas que
reavivar la pulsión centrífuga de las internas, con un jefe local sin respaldo y plagado de sombras que, sin querer quizás, parecen alentadas por los mismos
gestos del Gobernador que insiste en dejarlo fuera de su agenda y enrostrarle
en boca de subalternos la incapacidad para la conducción del pago chico
sapagista.
A
Fernández le corre otra suerte, al menos por ahora. Mostró una esquina tupida de militantes, que a
más de locales y muchos de ellos asociados a la gestión, mostraron la unidad
del Acuerdo Político. Se vieron las banderas del PJ y sus escudos sociales y
políticos como el Movimiento Evita y La Jauretche , pero también el UNE y el estreno de
estandarte del floreciente SURCO, la escisión neokirchnerista de Libres del
Sur. También se mostró con visible presencia la pata organizacional de este
armado en la figura emblemática de la Asociación Vecinos
Sin Techo, que coronó una cuidada muestra artística y un desfile de carrozas
temáticas, con acuerdos junto al Ministro Tomada y una reunión con el mismísimo
gobernador que incluyó anuncios, y donde dieron definitivamente vuelta la
página de la etapa destituyente hacía la construcción política de la solución a
las problemáticas sociales.
Así las
cosas, se llega al fin de una semana donde el gobierno local pareciera querer
sentar un punto de refundación de su gestión. Presencia orgánica del conjunto
del Acuerdo Político, fortaleza territorial frente al Gobernador Sapag,
acompañamiento del gobierno nacional, unos cuantos anuncios de gestión en la
línea discursiva que trabaja Fernández y la constatación evidente de la
debilidad interna de quien hoy es con seguridad su más inmediato adversario
político, el MPN local.
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. . .
En
política, hay muchas cosas que duran una semana, y se volverán a ver las caras
este viernes cuando el Concejo Deliberante defina la presidencia del cuerpo,
cuestión insignificante para el conjunto de la ciudadanía pero de vital interés
para saber cómo se perfila políticamente el año que comienza de cara a varias
internas.
Emilio R.
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